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DEUDA PUBLICA EXTERNA e INTERNA

a. DEUDA EXTERNA

Deuda con Organismos Internacionales.  Nuevo Plan Brady

Se propone negociar un nuevo Plan Brady por única vez con los organismos internacionales (FMI, Club de París, Banco Mundial, y otros).  El Plan Brady, llamado así por su ideólogo Nicholas Brady cuando era Secretario de Hacienda de los EEUU, consistió en dejar de prestar dinero a países que luego lo mal utilizaban, o era malversado por funcionarios corruptos, y en su lugar prestarles un monto equivalente al 15% de la deuda total del país para adquirir bonos de la Reserva Federal a 30 años sin cupón de interés (Treassury bonds excuponeados, en la jerga financiera, o cero cupón), los cuales al no pagar intereses veían reducido su valor presente a un 15% de su valor facial.  De este modo, un bono de USD 1,000 se compraba con USD 150.  Al momento de su maduración o vencimiento, el bono efectivamente valdría USD 1,000 monto que abonará la Reserva Federal cancelando el 100% del capital adeudado.  Argentina, en aquella época debía USD 40mil millones, primer gobierno de Menem, por lo tanto, el fondo destinó USD 6mil millones para este plan, entiendo que Menem más tarde decidió echar mano a esos bonos y así dio por tierra con esta maravillosa solución que había eliminado la pesada deuda externa.  Todo esto me lo explicó el propio Daniel Marx hace muchos años en mi oficina.

Deuda con Fondos o inversores privados.

Se propone hacer uso intensivo de nuestra capacidad de producir commodities, ofreciendo a países con grandes tenencias de deuda norteamericana (como China y Japón, principalmente), un canje de parte de dichos bonos a cambio de un plan anual de exportaciones.  Esos bonos son de difícil realización en gran volumen, si no se quiere afectar su valor y el equilibrio geopolítico actual.  Países que sean fuertes importadores de commodities argentinos podrían estar interesados en un canje por el cual entregamos nuestra nueva moneda digital a cambio de dichos bonos, atado a un plan de compras quinquenal de commodities, el cual no supere un porcentaje determinado del total producido (para poder abastecer necesidades internas así como a otros compradores), y con algún incentivo adicional como ser un descuento sobre el precio de mercado y/o una tasa de interés equivalente a los bonos canjeados hasta tanto esos pesos digitales se utilicen para abonar los productos exportados.  Los países importadores se garantizarían así el abastecimiento de commodities a precio de mercado y con algún plus, pero abonando con papeles que hoy no podrían monetizar, disminuyendo así su endeudamiento global.

Con esos bonos canjearíamos los bonos argentinos en manos de acreedores, eliminando así deuda de capital y su porción de intereses anuales con lo cual cubriremos tanto el descuento ofrecido como los intereses que se abonen.  Y los países “clientes” que participen del plan, habrán hecho el mejor uso de sus reservas en bonos, canjeándolos por commodities, vía divisas argentinas.  Los exportadores locales siempre reciben moneda local, no dólares, y con esta propuesta recibirán pesos digitales de alto y estable valor, con los cuales operar pagando muy bajos impuestos.  Se podría eliminar así el total de la deuda externa.  Todos ganan.

 

b.DEUDA INTERNA

Construcción de viviendas con crédito respaldado en bonos locales de deuda cero cupón.

Al igual que con la deuda externa, se puede implementar un “Brady Local” utilizando bonos de deuda nacional o provincial, emitidos en pesos digitales, sin cupón de interés, para respaldar créditos con fondos de la ANSES o privados, para la adquisición de viviendas nuevas totalmente equipadas.  De este modo, aplicando una porción menor del crédito que se otorgue para la compra de una vivienda a adquirir estos bonos, los mismos quedarán depositados en garantía del capital, y los compradores de dichas viviendas solo abonarán los intereses que rindan dichos bonos hasta su cancelación.

El capital del crédito será cancelado por dichos bonos a su vencimiento, y los bonos los pagarán los mismos bancos que participen del programa, gracias a que recibirán de entrada en forma gratuita los impuestos que el Estado dejará de recaudar por la venta de dichas viviendas totalmente equipadas.  Es decir, los impuestos que los constructores o fabricantes deban abonar por la venta de dichas viviendas y su equipamiento (el 10% aquí propuesto), se depositarán en el grupo de entidades bancarias a cargo de administrar estos créditos, en lugar de que los cobre el Estado, a fin de que éstas trabajen dicho dinero hasta el vencimiento de los bonos, haciéndose cargo del pago de los mismos, reteniendo para sí la renta adicional resultante durante todos esos años, por lo cual el Estado se habrá desendeudado en el momento mismo en que uno de sus bonos se aplique a este esquema de crédito.  Un círculo virtuoso maravilloso. Una operación en la que todos ganan, y a medida que un bono se aplica a la misma, se podrá considerar dicha deuda pública interna como saldada, siempre respaldada con las hipotecas de las propiedades financiadas.  Y toda la industria de la construcción se habrá reactivado fenomenalmente.  Es usar el poder de las finanzas a favor de la población y de los Estados Nacional y Provincial.

Formulario de Opinión

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